jueves, 15 de agosto de 2013

Comprador compulsivo. Parte I.

Esto es mejor que terapia. Me está fluyendo la vida en este blog y no tengo que poner un mango.

Las vacaciones 2013 las pasaste en México. Estuviste unos días en Tulum y de ahí te fuiste a Playa del Carmen, a vivir tu primera experiencia All Inclusive.
Llegaste, te recibieron como nunca, te felicitaron porque dijiste que era tu luna de miel a ver si ligaban algo de arriba (cosa que no pasó) y te invitaron a conversar un poco para conocerte.
- (Si le pueden poner acento Mexicano, va como piña) Así que recién casados. ¿Hicieron fiesta?
- Si, muy lindo todo.
- Que bueno, nuevamente mis felicitaciones. Cuéntenme chicos, ¿qué actividades les gustaría hacer en su estadía?
- Queremos conocer Xcaret y quizás dependiendo del tiempo, ir a Chichen Itzá.
- ¿Tienen tarjeta de crédito?
(Que te importa)
- Si, tenemos.
- Que bueno, entonces les proponemos lo siguiente. Queremos invitarlos a desayunar mañana en nuestro nuevo hotel 6 estrellas situado dentro del Parque de Xcaret, les vamos a mostrar las instalaciones, y cuando regresen, les vamos a regalar unas remeras, un tequila, y lo más importante, un descuento de un veinte por ciento en sus entradas para ir a Xcaret. Al mediodía quedan liberados.

"Golazo" pensé. Desayunamos en un hotel de mejor calidad, vamos a conocerlo, ligamos un tequila (que hoy sigue en casa sin abrir por ser intomable) y el descuento para las entradas.
Ariel, sos muy básico.

- Perfecto. Vamos.
- Buenísimo (o chévere), mañana a las ocho de la mañana los esperamos en el hall.

Disfrutamos todo lo que quedaba de ese día y como un relojito, al día siguiente estábamos parados en el hall en el horario indicado.
Ángeles, una Argentina que había ido a probar suerte unos años atrás, fue la que nos acompañó en el recorrido. Me sentí un poco más relajado sabiendo que era Argentina y esperaba que respetara el código básico de "nunca vas a cagar a un compatriota en el extranjero". En Buenos Aires sí. En el exterior jamás. Peeeero...

- Así que están de Luna de Miel...

Lau me miraba a esta altura con cara de "tu idea de mierda de la luna de miel ya me está hinchando soberanamente las pelotas".

- Si, de Luna de Miel.
- ¿Y les gusta México?
- La verdad que sí. Muy lindo. Sorprendidos.
- Que bueno chicos. ¿Y qué lugares les gustaría conocer en sus próximas vacaciones?

Ahí cayó la ficha. Nos están por vender algo. Todavía no sé qué. Pero algo relacionado con las vacaciones nos van a querer vender. Y yo no pienso comprar.
Tengo un problema grave que no sé cómo manejar. La cordialidad. Yo me pongo en el lugar de la persona que está laburando e intentando venderme algo, que le pone la mejor onda posible porque seguro se lleva una comisión, y no me da para ponerle cara de ojete desde el minuto cinco de nuestra conversación. Más sabiendo que todavía nos queda un desayuno por compartir.

Las preguntas del estilo “¿Qué tan importantes son las vacaciones en tu vida?”, “¿Qué lugares ya conocen?”, “¿Prefieren playa o montaña?”, se iban dando una atrás de otra. Con toda la amabilidad del mundo las fui respondiendo. Estoy de vacaciones, no me permito ni un segundo de mal humor.

Desayunamos, volvimos, y arrancó la peor parte. La famosa venta. Ángeles ya tenía en su poder todo el material necesario para confirmar que las vacaciones son una inversión para nosotros y no un gasto, que nos encanta conocer lugares nuevos, y anda a saber qué otras cosas más le conté.

Nos ofrecieron variedad de posibilidades por veinte años, por diez, por año salteado, y la realidad es que las opciones eran buenas, pero sabiendo cómo están las cosas acá, ni en pedo me comprometo a pagarte mis próximos diez años de vacaciones.
Cada negativa de nuestro lado, se transformaba en una nueva opción. La conversación giraba en torno a:
- Pero chico, ¿qué es lo que no te cierra? (ya habíamos pasado a hablar con la jefa de Ángeles).
- Que por más que congelemos el precio del hotel, los aéreos no están incluidos, y eso varía todos los años.
- Chico, te descuento un aéreo del precio total, así puedes venir igual.
- No, en serio, no llegamos.
- Chico, te regalo un paseo en yate privado para mañana mismo.

El problema de este tipo de venta es que es en caliente. La respuesta la tenés que dar YA. No a la tarde, no mañana, no pasado. Es YA. Y eso me mata. Porque YA quiero todo.
Gracias a Dios, Lau no tiene el “SI” tan fácil como yo. Por el contrario, su convicción por la negativa nos sacó ilesos de esa conversación. Si hubiese sido por mí, YA tendría mis próximos veinte años de vacaciones.

- Es una lástima chico, que ustedes que recién salen al mundo como pareja, que están disfrutando su luna de miel, se pierdan esta oportunidad.
- Te lo agradezco de nuevo, pero no.
- Nosotros les agradecemos a ustedes. Los vamos a dejar ahora con Fernando que les va a hacer una encuesta de cinco minutos para ver como los tratamos. Eso nos da puntos a nosotras.

Cinco minutos más, cinco minutos menos, de nuevo, están laburando. Yo los banco.

- Me contaron las chicas que están de Luna de Miel, permítanme felicitarlos.

Ya ni agradecíamos, movíamos la cabeza en un gesto breve que esperábamos se entendiera como un “gracias”.
- Bueno, comencemos. Cómo calificarían la atención de Ángeles del 1 al 10.
- Diez (yo SÍ tengo códigos con mis compatriotas en el exterior).
- ¿Y cuál fue el motivo por el cual no compraron?
- Económico.
- Si contaran con la plata, ¿lo comprarían?
- Si.

Error.

- ¿Qué paquetes les ofrecieron?
- Uno de diez años, uno de veinte, uno de año salteado.
- ¿No les comentaron del de dos años?
- No.


Error número dos. Si con diez años dudé, con dos era una venta segura. No había chance de que yo dijera que no. Ellos lo sabían, yo lo sabía, lo sabía Lau (aún contra su voluntad) y además me quería ir. Hoy tengo en mi poder bauchers para siete semanas de vacaciones a gastar en los próximos dos años a lugares que con lo que salen los pasajes, seguramente no pueda ir.


3 comentarios:

  1. He dejado de visitar gente que me cae bien pero que vende boludeces como ropa, perfumes, etc, porque la culpa me impide no comprarle algo de lo que me ofrecen, que nunca usaré, seguro. Pero te juro que si me volves loco el segundo día de vacaciones me convierto en la clienta hija de puta que te rompe las pelotas TODO el santo día. Vendeme el último, compasión por favor!!!!!!

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  2. No puedo creer que hoy Roberto Google te dejó comentar. Casi emocionado.

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  3. Eso pasa por no leer los caminos de Egu...
    http://loscaminosdeegurondita.blogspot.com.ar/search/label/76%20-%20Mal%20trago

    Cambia el entorno (un monoambiente en La Plata por un hotel 6 estrellas en Mexico), pero en fin, la historia es casi la misma, pero con final distinto.

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