- Hola, que
tal, los chicos me dieron el descuento para comprar las entradas a Xcaret.
- ¿Son los
de la Luna de Miel no?
La puta madre…
- Si.
- Mis
felicitaciones.
- Las
entradas…
- Si. ¿Van a
nadar también con Delfines?
Volví a
mirar a Lau para confirmar algo que ya sabíamos desde antes de viajar.
- Si.
- Bueno,
existen dos maneras de hacerlo. Una es en grupos de 10 personas, un solo delfin
y dura 40 minutos o en grupos reducidos de 6 personas, con dos delfines y dura
55 minutos.
- ¿Cuánto
sale cada una?
- Con un
solo delfín, 50 dólares por persona y con dos delfines, 80 dólares.
Lo pienso un
instante, la miro a Lau y le digo:
- Es una vez
en la vida, hagámoslo con dos delfines, así mientras vos estás con ellos, yo te
saco fotos.
- Disculpe
señor, al delfinario no se puede ingresar con ningún tipo de objetos ni cámaras
de fotos.
- ¿Entonces
las fotos nos las sacan ellos?
- Por
supuesto.
- Entonces
lo hacemos con un solo delfín. Seguramente nos van a querer vender las fotos,
así que actividades con el delfín vamos a hacer seguro.
Sentí que
había madurado. Le había ganado a la corporación de promociones. Imaginé por un
instante las cargadas en el almuerzo al mexicano:
- Boludo!!
Nosotros le vendimos dos años de vacaciones y vos no le pudiste vender dos
delfines!!! Dos delfines!!!! Boludoooo!!!
Al día
siguiente fuimos al parque. Llegamos con dos tickets en los cuales figuraban
las reservas al delfinario. Debíamos abonarlos y elegir el horario para
realizar la experiencia. Llegamos a la caja y …
- Muy buenos
días. ¿De dónde nos visitan?
- Argentina.
- Pues
bienvenidos. Permítanme los tickets.
Se los
entregamos y comienza con la carga en la computadora. Se toma unos segundos y
nos mira.
- ¿Ustedes
están de Luna de Miel?
Nos miramos
con Lau sorprendidos, ¿es joda esto?
- Si.
- Los
felicito. Quiero contarles que por estar de Luna de Miel ustedes tienen una
Promoción donde pueden estar con dos delfines, en grupos reducidos, cincuenta
minutos y abonar setenta dólares.
Y ahí dudé.
Y se dio cuenta.
- La ventaja
de estar con dos delfines es que pueden hacer actividades como esta.
Gira el
Monitor y nos muestra unas fotos increíbles de gente subida arriba de dos
delfines, dos delfines saltando por encima, un delfín jugando al poker,
cualquier cosa.
La miro a
Lau, ella me mira resignada nuevamente intuyendo lo que iba a volver a pasar,
abro la mochila, saco la VISA, la miro a la chica de la caja y le digo:
- Está
explotada, pero cargale todos los delfines que te alcancen.
Por supuesto.
Después compré las fotos.
Quiero la experiencia con dos delfines, un elefante marino y 5 pinguinos, cargalos todos a la tarjeta. Te juro que te imagino a vos y a Lau parados ahi y me largo a llorar de la risa. Nunca más lo de la luna de miel.
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