Soy de esas personas que heredaron el catolicismo. En mi caso, por
parte de mamá. Papá no es de creer, creo. Igual no le doy mucha pelota. Me
dieron a elegir tomar la comunión y lo relacioné con estudiar, así que dije que
no. Nadie me avisó que hubiese ligado plata.
Me cuesta creer en vírgenes pero le deposito a San Expedito toda mi
confianza en cada examen de la facultad. Hay muchas cosas que no me cierran en
la historia oficial, aunque el católico posta tenga justificativo para todo. En
ese sentido debería ser judío, que dicen que es la única religión que se
cuestiona. Pero bueno, el precio que hay que pagar es extremadamente alto y no me sobra nada!!. Además,
ellos caminaron cuarenta años por el desierto y yo no quiero ir caminando ni a
Lujan que son seis horas una vez al año. Así que dejemos todo así.
Nunca entendí por qué si sos bueno vas al cielo y si sos malo al
infierno. Cuando te muestran en las películas imágenes del infierno, hay putas,
se escucha rock and roll, se fuman facitos, está todo permitido. ¡¡Explicame
entonces como el infierno puede ser malo!!
En cambio en el cielo todo es amor, todo tranquilidad, todos son
buenos. Es IMPOSIBLE que todos sean buenos. Y si es imposible que todos sean
buenos, debe estar lleno de falsos que hablan por atrás.
- Mira las alas de esa hija de puta, todas florecidas… TE QUEDAN DIVINAS!!!
En el Infierno esas cosas te las dicen de frente, total ya todos saben
que si estás ahí es porque sos un reverendo sorete.
- Che, los cuernos, ¿los afilas?
- Chupame la pija.
- Jajaja, estuviste bien!! Besos a tu jermu!!
Para mí el infierno tiene mala prensa. Lo del fuego no garpa. Imaginate
que si uno no se banca Buenos Aires en enero, ¿quién va a querer ir a un lugar
que está prendido fuego todo el tiempo? Ahora, ¿nadie pensó que el infierno
tiene aire acondicionado? Yo puedo no tener uno en casa, pero hola, el gerente
general del Infierno es Lucifer Mandinga Satanas (o el Diablo para los amigos), no jodamos.
Vamos con los casos prácticos. Querés comer un asado. Explicame dónde
conseguís carbón y madera para hacerte un fueguito en el cielo. Punto para el
Infierno. Tenemos parrilla veinticuatro horas Open. Chinchupan al paso cuando
quieras.
Caso práctico número dos. ¿Qué haces en el cielo si graniza? ¿Tenés
seguro? En el Infierno tenemos techo, ni siquiera nos llueve. Dos a cero.
Caso práctico número tres. Querés una cerveza bien helada. Hablás con
el gerente general del infierno y de su freezer personal, te entrega una
Antares frappé. En el cielo no se puede tomar alcohol. Tienen un cartel en la
puerta que dice “Todo nos es permitido mas no todo conviene. Cristo te ama”. Es
como cuando tu mamá te decía “Ya sos grande, hace lo que quieras”. Las pelotas.
Era un claro mensaje que te indicaba que si no hacías lo que ella te decía, te
castigaban. Tres a cero y esto ya es baile.
Además, cuántos testimonios tenemos de gente que haya estado en el
cielo o en el infierno. ¿Y si realmente es al revés? ¿Y si quieren que en el
infierno haya poca gente para mantener la exclusividad? ¿Y si va a sorteo y no
depende de cómo te portes? ¿Y si en el cielo de fondo suena todo el tiempo por
lo que dure la eternidad Luis Miguel? Te querés matar!!!!
¿Alguien me podría decir si el Papa vendría a ser el Director
Ejecutivo del Cielo en la Tierra? ¿Y el Director Ejecutivo del Infierno? ¿Bush?
¿Obama?
¿A los que se inmolan por su religión, se los premia con el cielo o se
los castiga? ¿A dónde irán los pastores brasileros que están a las dos de la
mañana en canal nueve?
Para mi es todo chamuyo. Los dejo pensando. Igual, por si las dudas, voy
a llamar a mamá para que le avise a San Expedito que rindo mañana.
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