jueves, 12 de septiembre de 2013

D10S

Soy de esas personas que heredaron el catolicismo. En mi caso, por parte de mamá. Papá no es de creer, creo. Igual no le doy mucha pelota. Me dieron a elegir tomar la comunión y lo relacioné con estudiar, así que dije que no. Nadie me avisó que hubiese ligado plata.


Me cuesta creer en vírgenes pero le deposito a San Expedito toda mi confianza en cada examen de la facultad. Hay muchas cosas que no me cierran en la historia oficial, aunque el católico posta tenga justificativo para todo. En ese sentido debería ser judío, que dicen que es la única religión que se cuestiona. Pero bueno, el precio que hay que pagar es extremadamente alto y no me sobra nada!!. Además, ellos caminaron cuarenta años por el desierto y yo no quiero ir caminando ni a Lujan que son seis horas una vez al año. Así que dejemos todo así.
Nunca entendí por qué si sos bueno vas al cielo y si sos malo al infierno. Cuando te muestran en las películas imágenes del infierno, hay putas, se escucha rock and roll, se fuman facitos, está todo permitido. ¡¡Explicame entonces como el infierno puede ser malo!!
En cambio en el cielo todo es amor, todo tranquilidad, todos son buenos. Es IMPOSIBLE que todos sean buenos. Y si es imposible que todos sean buenos, debe estar lleno de falsos que hablan por atrás.

- Mira las alas de esa hija de puta, todas florecidas… TE QUEDAN DIVINAS!!!

En el Infierno esas cosas te las dicen de frente, total ya todos saben que si estás ahí es porque sos un reverendo sorete.

- Che, los cuernos, ¿los afilas?
- Chupame la pija.
- Jajaja, estuviste bien!! Besos a tu jermu!!

Para mí el infierno tiene mala prensa. Lo del fuego no garpa. Imaginate que si uno no se banca Buenos Aires en enero, ¿quién va a querer ir a un lugar que está prendido fuego todo el tiempo? Ahora, ¿nadie pensó que el infierno tiene aire acondicionado? Yo puedo no tener uno en casa, pero hola, el gerente general del Infierno es Lucifer Mandinga Satanas (o el Diablo para los amigos), no jodamos.
Vamos con los casos prácticos. Querés comer un asado. Explicame dónde conseguís carbón y madera para hacerte un fueguito en el cielo. Punto para el Infierno. Tenemos parrilla veinticuatro horas Open. Chinchupan al paso cuando quieras.
Caso práctico número dos. ¿Qué haces en el cielo si graniza? ¿Tenés seguro? En el Infierno tenemos techo, ni siquiera nos llueve. Dos a cero.
Caso práctico número tres. Querés una cerveza bien helada. Hablás con el gerente general del infierno y de su freezer personal, te entrega una Antares frappé. En el cielo no se puede tomar alcohol. Tienen un cartel en la puerta que dice “Todo nos es permitido mas no todo conviene. Cristo te ama”. Es como cuando tu mamá te decía “Ya sos grande, hace lo que quieras”. Las pelotas. Era un claro mensaje que te indicaba que si no hacías lo que ella te decía, te castigaban. Tres a cero y esto ya es baile.

Además, cuántos testimonios tenemos de gente que haya estado en el cielo o en el infierno. ¿Y si realmente es al revés? ¿Y si quieren que en el infierno haya poca gente para mantener la exclusividad? ¿Y si va a sorteo y no depende de cómo te portes? ¿Y si en el cielo de fondo suena todo el tiempo por lo que dure la eternidad Luis Miguel? Te querés matar!!!!

¿Alguien me podría decir si el Papa vendría a ser el Director Ejecutivo del Cielo en la Tierra? ¿Y el Director Ejecutivo del Infierno? ¿Bush? ¿Obama?
¿A los que se inmolan por su religión, se los premia con el cielo o se los castiga? ¿A dónde irán los pastores brasileros que están a las dos de la mañana en canal nueve?

Para mi es todo chamuyo. Los dejo pensando. Igual, por si las dudas, voy a llamar a mamá para que le avise a San Expedito que rindo mañana.

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